¿Cuándo? ¿cómo?
En qué momento nos volvimos tan pelotudas?
Esta es la pregunta que ronda constantemente en las reuniones con mis amigas...
si eramos chicas que nos llevabamos el mundo por delante, si no queriamos atarnos a nada, ni a nadie. Si primero iba a estar la carrera, un trabajo estable de lo que nos guste y después, la familia feliz, los hijos la casa en medio del bosque y así seriamos mujeres satisfechas. Llorar por un muchacho no era para nosotras, seguro en algún momento, el príncipe azul iba a venir a rescatarnos de aquellos hombres que no nos merecían.
Veannos ahora y tendran la prueba de como las ilusiones de la adolscencia se estan quedando atrás, ya no son sólo los llantos, sino que hasta nos volvemos psicóticas: insultamos y pedimos perdón, lloramos y queremos matar, tenemos 15 años de nuevo y de repente 80.
La carrera va ahí despacito, pero primero el amor, primero hacer que ese otro (que no muestra un ápice de cariño, o que hace y deshace con nostras a su antojo) esté a nuestro lado, o no esté con nadie. De repente las prioridades se dan vuelta. Las necesidades son otras.
El futuro llegó hace rato, todo un palo ya lo ves.
Maldita transición veinteañera...
Esta es la pregunta que ronda constantemente en las reuniones con mis amigas...
si eramos chicas que nos llevabamos el mundo por delante, si no queriamos atarnos a nada, ni a nadie. Si primero iba a estar la carrera, un trabajo estable de lo que nos guste y después, la familia feliz, los hijos la casa en medio del bosque y así seriamos mujeres satisfechas. Llorar por un muchacho no era para nosotras, seguro en algún momento, el príncipe azul iba a venir a rescatarnos de aquellos hombres que no nos merecían.
Veannos ahora y tendran la prueba de como las ilusiones de la adolscencia se estan quedando atrás, ya no son sólo los llantos, sino que hasta nos volvemos psicóticas: insultamos y pedimos perdón, lloramos y queremos matar, tenemos 15 años de nuevo y de repente 80.
La carrera va ahí despacito, pero primero el amor, primero hacer que ese otro (que no muestra un ápice de cariño, o que hace y deshace con nostras a su antojo) esté a nuestro lado, o no esté con nadie. De repente las prioridades se dan vuelta. Las necesidades son otras.
El futuro llegó hace rato, todo un palo ya lo ves.
Maldita transición veinteañera...
Comentarios
Ya ves, nunca las cosas suceden como esperamos que transciendan, y con absurdas ideas futuristas nos perdemos de varias sonrisas reales.
CARPE DIEM
Sí, recuerdo... en algunos casos empeora...
Tal vez no somos pelotudas ahora, sino que eramos pelotudas antes, creyendo en el principe azul y el cuento donde comíamos perdices viendo a los niños correr en el jardin y los dos perros recién bañados jugando con un hueso...
No pierdo la esperanza, pero creo que el formato de la historia cambió...al menos para mi.
besotes linda!!!!!!!!!!! (te extrañé)
beso
Saludos
Besos y sonrisas princesa que la transición no llegue a los 50! dios!!! jajjajaja! es el consuelo que me queda...
Florcita.
Es un gran problema de las mujeres (y de los plebeyos, más aún)
besos,
Abrazo.
yo estoy a un paso de
cumplir 20 dioss q horror , cambiar de decada es algo q me trauma pero
esa transiciom q vos comentaste me
viene sucediendo desde principios de
19 años..nose lo unico seguros
es q sigo creyendo en lo del principe azul aunque la unik diferencia
es q se q no sera perfecto, todo lo contrario
sera es apersona muy distinta a la
q una ves imaginamos pero
q nos sorprendera y al verlo tendremos la certeza de q es la persona indicada...
ese es mi parecer q cierto o no
yo creo para
no enloquecer :P
jajaj
besitos
muy bueno tu blog....
BeLiTaa......
sí, con A
pelotudA